miércoles, 9 de noviembre de 2016

La historia del idioma tojolabal

El tojolabal es una de las lenguas mayas, hay más de veinte, cuyo origen es el protomaya o la lengua madre del maya que, según la glotocronología, existía alrededor de 2000 años antes de Cristo o la era común. Desde aquel entonces las lenguas mayenses que existen hoy en día se separaron paulatinamente de su lengua madre.

1.- El tojolabal como otros idiomas mayas forman las raíces básicas por la combinación de consonante -vocal- consonante. Hay 23 consonantes y cinco vocales. Al combinarlas mecánicamente se obtienen 2,645 posibles raíces. Todas se examinaron con el resultado de que, aproximadamente, el 60% de estas raíces posibles existen. La colección de raíces existentes se aumentó porque en casos determinados las raíces se alargan al intercalar una “j” entre la vocal y la consonante final. Por ejemplo: ‘an remedio ‘ajna curar tzala caminar en fila tzajla seguir a alguien Los verbos con reduplicación representan otra ampliación de las raíces. No nos parece necesario detallar todo el proceso mecánico de construir raíces posibles y de eliminar las no existentes.

 2.- Las raíces y las palabras encontradas y recogidas se combinaron con los sufijos más comunes de los cuales hay muchos. Este proceso lo explicamos un poco en el capítulo La formación de palabras.


3.- Se enfocaron una serie de temas como, por ejemplo, formas de hablar, formas de caminar, etc. Algunos de estos temas se dan dentro del diccionario. Váse la “Lista de temas”. Al trabajar posteriormente en la sección español se enfocaron, sobre todo, los temas del derecho agrario, de las garantías individuales en la Constitución Política y la economía política. En estos casos no se ofrecen traducciones de las palabras sino, muy a menudo, explicaciones breves a la manera de un diccionario enciclopédico.

4.- Para identificar la fauna y flora seguimos el proceso siguiente. Durante las estancias en la región tojolabal anotamos los nombres y, a veces, recogimos muestras para la identificación posterior. Con grupos de tojolabales visitamos los jardines zoológico y botánico de Tuxtla Gutiérrez y estudiamos los dos volúmenes de Miranda, Faustino, (1975 y 1976). La vegetación de Chipas. Tuxtla Gutiérrez: Ediciones del Gobierno del Estado.

La formación de palabras o la morfología 
La formación de palabras está íntimamente relacionado con nuestro enfoque de la lingüística que se explicó más arriba. Las palabras se forman según perciben la realidad los hablantes y la percibieron por generaciones. Este proceso se hace evidente, sobre todo, en la génesis de neologismos que explicamos en seguida. Este tema, además, es de particular importancia para entender y hablar un idioma con soltura, porque proporciona una capacitación especial a los hablantes y a aquellos que quieren llegar a serlo. Es decir, constantemente forman nuevas palabras las lenguas, y lo hacen según reglas que, por lo general, no se enseñan a los hablantes, sino al adquirir la lengua aprenden simultáneamente cómo se forman nuevas palabras o neologismos. Por ejemplo, el milamis un compuesto, no es alguien que busca matar gatos, sino que es un empleado oficial de la campaña de erradicar el paludismo. En la tierra caliente va de casa en casa para rociarlas. Un producto lateral de la rociadura es que el veneno rociado mata a los gatos. Los habitantes de la región sin haber escuchado el término con anterioridad lo entienden de inmediato y se ríen. Es decir, una particularidad característica de muchos neologismos es que se entienden de inmediato, a menudo causan risa entre la gente que los oyen. La validez de un neologismo no depende de que todos lo conocen sino que se entiende fácilmente. Los aprendices de un idioma, al entender las reglas de formación de palabras, pueden emplearlas y así insertarse mejor en la lengua que están aprendiendo. En el caso de la palabra-ejemplo milamis, se forma de la raíz mil del verbo agencial mila, matar. La vocal “temática” que aquí sirve de enlace se agrega antes del sustantivo mis, gato que desempeña la función sintáctica de sujeto vivencial. De la misma manera se forma el joka’alatz, robachicos. En este caso se nota que la vocal –a- agregada a la raíz del verbo agencial joko no es temática sino de enlace, porque el verbo termina en –o.
Estos ejemplos representan la formación de compuestos. Ahora bien, la formación de palabra se realiza, sobre todo, por medio de dos procedimientos. Por un lado, está la derivación, es decir, a raíces existentes se agregan afijos para formar nuevas palabras. Por ejemplo, a la raíz je- del verbo je’a, mostrar, enseñar, se agrega el sufijo sustantivador –uman y se forma el je’uman, es decir alguien que muestra algo o que enseña, es decir, la maestra o el maestro. Por el otro, está la composición para la cual ya presentamos el ejemplo de milamis, matagatos, que, de hecho, es una metáfora para el rociador de la campaña para erradicar el paludismo. Por lo demás, la formación de palabras o morfología representa un tema muy amplio sobre el cual preparamos un trabajo particular que está en prensa. Enseguida agregamos unos pocos ejemplos adicionales para familiarizar a los lectores con el tema.
Los derivados
 Los derivados se forman al agregar afijos a distintas clases de palabras. Por ejemplo: na’itz, casa, na’itzaltik, caserío. El sustantivo se amplia por el afijo –altik que se compone de ‘al, generalizador y –tik, pluralizador. lek, bueno, bien, jlekilaltik, sociedad justa de hermanos y hermanas, libertad. La formación se hace según las misma reglas que en el ejemplo anterior. margarita, Las Margaritas, cabecera municipal. margarita’ani, ir a Las Margaritas, ir de romería a Las Margaritas. Al nombre se agrega el afijo verbalizador de verbos vivenciales –ani. Y a este verbo se puede añadir el afijo sustantivador –um para formar margaritanum, la persona o las personas que van (de romería) a Las Margaritas. Según el ejemplo dado formamos neologismos. k’anal, estrella, k’analani, ir a las estrellas, k’analanum, astronauta. ‘ixaw¸ luna, ‘ixawani, ir a la luna, ‘ixawanum, lunauta. niwan¸ grande, niwanaxi, volverse grande. Al adjetivo se añade el verbalizador para verbos vivenciales –axi. winik, hombre, varón, persona, winikaxi, volverse hombre, etcétera.
Los compuestos 
k’olo, hacer una bola, correr. Es un verbo agencial. Se añade el sustantivo top, parte trasera, y se forma el k’olotop, parte trasera en forma de bola. La referencia es a niños pequeños vestidos sólo con una camisa. ton’ok’il, biznaga. Se compone de ton, piedra, y ‘ok’il, coyote. La explicación del compuesto lo dejamos a la imaginación de los lectores. Al tocar la biznaga con las manos el sentido de compuesto se nos puede revelar. Agreguemos un subcapítulo que puede considerarse una variante de la formación de palabras.
Las incorporaciones
 Nos referimos a palabras que por prefijos y afijos forman una frase entera en una sola expresión. He aquí un ejemplo. yuninon. A la raíz ‘un/’unin, hijo o hija de jun varón, se prefija la y- que señala al procreador, es decir, al padre. Es el sufijo agencial que indica al actor, el padre. El sufijo –on es vivencial y se refiere a yo. La palabra completa corresponde pues a, yo, hijo de él. En español diríamos yo soy el hijo de él. Es decir, empleamos el verbo ser que no existe en tojolabal y, por razones de claridad se usa también la preposición de.

1 comentario:

  1. Chivis, me emociona mucho tu blog, la información de la historia de los tojolabales es muy interesante y más aún porque son una comunidad de mi querido Chiapas. ¡Felicidades por tu buena información! porque debió ser complicado obtenerla pues es una comunidad que viven una cultura muy propia y aislada. La buena noticias es que en los últimos años, este pueblo está viviendo un renacimiento cultural que se manifiesta, entre otras cosas, por el hecho de que comunidades completas estaban perdiendo su lengua, y hoy en día la están aprendiendo de nuevo. Un dato más, y de mucha importancia, es que los tojolabales viven en medio de la zona de conflicto y de resistencia. Conocerlos es una buena manera de apoyar a su preservación.

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